lunes, 28 de marzo de 2011

Ni tan castas ni tan divas



María Callas.

Ni tan castas ni tan divas. Dicen que el amor de la Callas por Onassis fue de auténtica tragedia griega, algo que obliga a preguntarse ¿y qué hermosa historia de amor no resultó complicada, encendida, dolorosa o difícil?

Ejemplos de grandes pasiones ha habido muchos: Romeo y Julieta, David y María, en Báilame el agua, los amantes del Titanic, Marilyn y su amor imposible por el presidente, Kate y Johnny, Daryl y John, la llorada y mil veces hermosa Liz Taylor con Richard Burton, quizá tú... y ese alguien. ¿Qué me dices de tu historia? ¿Has sufrido? ¿No? ¿De verdad me respondes que no conoces eso?

Si nunca has padecido y solo has disfrutado y reído con él, si las veces que lloraste fue compartido y, al final, siempre acabaste contando con su apoyo, si cuando le dejaste ir decidió que quería volver a tu lado para siempre... quizá habría que replantearse cuál de los dos tipos mencionados es el verdadero y gran amor. A lo mejor no se trata solo de sufrir. No, quizá no. Aunque, al igual que en Báilame el agua o en Titanic, lo tuyo, por excepcional, se trate, también, de otra historia digna de ser contada.

Hoy me siento inspirada, como han observado. Dedico este post a aquéllas que no fueron castas ni divas al lado de su verdadero amor, solo mujeres. Este es mi pequeño homenaje a María Callas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.