miércoles, 10 de noviembre de 2010

Las bodas son para la intimidad



El día, para algunos, más importante de la vida es recordado, muchas veces, como aquel donde la intimidad brilló por su ausencia. Los novios despiertan, al siguiente día, tratando de poner nombre a muchas personas que, aunque asistieron a la boda y se comportaron, en algunos casos, como la auténtica "alegría de la huerta", en realidad apenas, incluso nunca, mantuvieron relación con ellos en el pasado.

Son esos "queridos desconocidos" que te agasajaron, te desearon lo mejor y te tiraron arroz y pétalos de rosa tras la ceremonia. Esos "queridos desconocidos" que, muy posiblemente, jamás vuelvas a ver en lo que te queda de vida.

Cuando se acerque el día de tu boda y la duda sobrevuele tu mente, en relación a quien debes o no debes invitar, plantéate lo siguiente:

"No soy princesa": es cierto, por lo tanto, no hace falta que te "cargues" con tantos compromisos.

"Mi bolsillo me lo agradecerá": ... y el de tus queridos desconocidos, el de las amistades de "feisbuk", el de los familiares lejanos de los que nunca te acuerdas y el de tu ´encantador´ ex novio. Incluso el de esa persona que no conocen ni el novio ni tú pero que piensa asistir.

"Es un momento íntimo, de entrega (se entiende)": si lo crees así, resérvalo entonces para tus seres queridos. ¿Acaso Fulanita se encontró a tu lado cuando tuviste todos aquellos problemas, estuvo a la altura de las circunstancias Menganito cuando te iba tan mal o sólo lo suele estar cuando te va bien?

"Puedo casarme lejos (ya que ahorro tanto) y llevarme a los míos": ... ufff, vaya plan!!!... o hacerlo en tu tierra, donde desees, resultaría igual de inolvidable.

Recomendaciones:

Apuesta por el color en tu traje, si lo deseas y si lo haces por lo civil: luce un vestido lindísimo, por la rodilla, un curioso tocado como detalle (prescindible) y unos zapatos de ensueño (imprescindible).

Elige una pequeña ermita, es muy chic (si te decantas por una boda religiosa y cristiana).

Ah!!... y lo más importante... sonríele, quiérele y no olvides que tu compañero, amigo y amante, el que es el centro de tu vida en ese momento, se encuentra contigo, desea estar siempre a tu lado y que eres, serás y ya se encargarán de hacerte... muy pero que muy feliz.

Dedicado a ti, Bene.

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