Rony Medina, artista y exalumna del Central Saint Martins de Londres: "Mi deseo es que (los creadores canarios) seamos capaces de ver el potencial que tenemos y alzar la cabeza”

La pintora, ilustradora y escultora canaria Rony Medina estudió en 2010 un curso de Arte en el Central Saint Martis of Art and Design of London, ese lugar icónico donde se forman los más prestigiosos diseñadores de moda y artistas de todo el mundo. Nuestra protagonista, que es tinerfeña y licenciada en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, nos cuenta en esta entrevista algunas de las experiencias vividas en la elitista escuela inglesa durante su intensa etapa de formación. Entre ellas, la “sensación” de que estar en este lugar “es algo que todo el mundo debería experimentar alguna vez en la vida”. Del CSM, como se denomina muchas veces a este sitio, salieron diseñadores tan afamados como John Galliano, Phoebe Philo, Sarah Burton o Stella McCartney. Anita Pallenberg, icono de estilo, mencionada en alguno de los anteriores artículos de este blog, también paró por allí y Alexander McQueen, fallecido en febrero de 2010 y antiguo alumno, destinará la mayor parte de su herencia, a través de su fundación, a becas para estudiantes que se formen precisamente en el Central St. Martin. Rony Medina, que desea ver “alzar la cabeza” a los artistas canarios y que conozcan su “potencial”, le pone ante todo una enorme sonrisa a la vida, la misma que se adivina en todas y cada una de sus creaciones. Conozcamos su experiencia a poco tiempo del traslado del CSM hacia un edificio unitario y moderno en la zona de King´s Cross.

Rony Medina, en el transcurso de una clase en el CSM.

-Queda muy poco para que la mudanza del Central Saint Martins hacia el nuevo edificio de King´s Cross sea toda una realidad. ¿Qué recuerdos guarda de su paso por la institución?
-Muy buenos, también porque son recientes y porque después de haber pasado por aquí tienes la sensación de que es algo que todo el mundo debería experimentar alguna vez en la vida.

-¿Conoció algún otro canario en la CSM?
-No

-¿Qué es, según usted, el “espíritu” de Saint Martins?
-En los cursos en los que he participado siempre se respira un aire de camaradería, desde los porteros hasta los tutores y profesores. Se respira creatividad, espíritu crítico y ansias de transmitir conocimiento.

-¿Cuál es el grado de exigencia en una escuela donde se forma a los mejores?
-Los cursos que ofrecen son muy variados y los tutores son exigentes pero asequibles, haciendo el aprendizaje ameno y la experiencia docente enriquecedora. Los profesores con los que he tenido la suerte de cruzarme son personas excepcionales que hacen del éxito artístico algo mundano y del día a día, sin pretensiones.

Trabajo y mucha creatividad en las aulas del centro.

-¿Cómo es un día en la Central Saint Martins para un estudiante de un curso de Arte?
- Fascinante, ¿qué puedo decir? Te sientes como un intruso en la historia, en la historia que aún se está escribiendo y en la que se ha escrito. Te hace sentir, por un momento, que tú podrías ser parte de esa historia.

-Háblenos un poco de su obra y de su trayectoria artística. ¿Qué es lo que le inspira a la hora de crear?
- Yo considero tanto mi formación artística como académica de rigor clásico en sus bases fundamentales. Mi especialidad fueron los materiales artísticos y su investigación. La comunicación visual es mi lenguaje. Me considero realista, sin rayar el hiperrealismo, con mucho hincapié en arquetipos culturales y el valor simbólico de las formas y su contexto. En cuanto a lo que me inspira… cualquier cosa que esté viva, que vibre de pasión y color…

-Usted, al igual que otros creadores canarios (véase el diseñador de zapatos Manolo Blahnik), optó por fijar su residencia en Gran Bretaña. ¿Cuáles son los principales obstáculos a los que, a su juicio, debe enfrentarse un joven artista que quiere abrirse camino en Canarias?
- Antes de fijar mi residencia en el Reino Unido, ya había estado en Bélgica. ¡De eso han pasado más de once años! Disfruté del privilegio de unas dos exposiciones al año en diferentes establecimientos, tanto públicos como privados. A mi juicio, uno de los mayores problemas a los que me enfrentaba era a la imposición de un estilo estético. Parecía una necesidad el tener que “apuntarse” a una visión estética, decantarse por una manera de representación. La búsqueda y el cambio no estaban en los planes ni del público ni de las instituciones, esta búsqueda queda, pues, relegada a un grupo reducido en el que nos conocemos todos.

La ciudad de Londres, desde las ventanas del CSM.

-Diseñadores como John Galliano, Stella McCartney o Sarah Burton pasaron por el Central Saint Martins. ¿Por qué estilo de vestimenta se decanta? ¿Se atreve con el diseño de moda?
-En el tema de la moda tengo que reconocer que ¡soy un camaleón! Según mi estado de ánimo mi tendencia, no lo puedo evitar. Aunque cambio como el clima en el Reino Unido lo que no me puede faltar y siempre tengo presente es el clásico LBD (Little Black Dress), al más puro estilo años 70 a ser posible. Mis compañeros de trabajo insisten en que me pongo mucho color, que mi tendencia es colorista, aunque supongo que eso es para combatir el gris del cielo de Inglaterra. Y con el diseño de moda, pues ¡sí que me atrevería!, pero necesitaría la colaboración de técnicos especializados. Lo que sí he aprendido en el Reino Unido, desde mi estancia en este país, es que el estudio de los principios básicos de la industria del textil está intrínseco en la sociedad. De hecho, la tecnología textil como asignatura general obligatoria está en el sistema de enseñanza básico desde los diez hasta los quince años, en todos los centros de enseñanza. Por tanto, cuando los alumnos se decantan por el diseño de moda ya son más que expertos en conocimientos básicos de diseño, corte y confección, para cuando ingresan en cualquier centro superior de enseñanza.

-Finalice con un deseo hacia todos los pintores, escultores, diseñadores de moda y creadores canarios en general.
- Mi deseo es que seamos capaces de ver el potencial que tenemos y alzar la cabeza.






Fotografías: Rony Medina